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Prebenjamines, benjamines, alevines e infantiles disfrutaron de una gran experiencia rugbística en uno de los torneos más prestigiosos del calendario francés
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Stade Montois, Aviron Bayonnais, Section Paloise y U.S. Dax, entre los participante
Un mes después de organizar su propio torneo de rugby, la escuela del Tasman Rugby Boadilla participó por octava edición consecutiva en el Torneo de la Escuela de Rugby del Pays Tyrossais (Las Landas – Francia).
Así, durante el fin de semana pasado los prebenjamines, benjamines, alevines e infantiles del club madrileño disfrutaron de una gran experiencia rugbística en uno de los torneos más prestigiosos del calendario francés.
Por el entorno, tres campos de rugby ganados a la marisma y al impresionante bosque de pinos atlánticos que configuran el paisaje la costa de las Landas; por el club que organiza el evento, el U.S. Tyrosse, reconocido por cultivar una de las escuelas más importantes del Hexágono y por los equipos participantes: Stade Montois, Aviron Bayonnais, Section Paloise, U.S. Dax… la experiencia que vivieron los jóvenes jugadores del Tasman fue, en definitiva, un viaje de aprendizaje en el que disfrutaron en primera persona de la cultura rugbística del sudoeste francés.
Paul Luque
«Somos un pequeño pueblo de rugby en el que los mayores juegan con los equipos más importantes de Francia; tenemos un espíritu orgulloso y unos valores que intentamos transmitir desde el más pequeño al más grande»
Los niños, alojados con familias del club organizador, como suele ser habitual en estas citas de categorías inferiores, se sumergieron durante tres días en el espíritu del rugby galo, su cultura, su hospitalidad y, sobre todo y una vez sobre el césped, su gusto por el rugby ofensivo practicado por jugadores de depurada técnica aún en edades tan tempranas.
El sábado, el día del torneo, los pre, benjamines y alevines se afanaban con las hombreras, cascos y bucales antes de que el oval echara a andar. Una vez en faena -ocho partidos jugaron los más mayores- los nervios y las ganas por hacerlo bien afloraron. De la primera goleada recibida a plantar cara a los niños bayoneses mediaron unas palabras de los entregados monitores para los que el torneo también supuso un acelerado máster.
Eso fue así porque la Escuela del U.S. Tyrosse, hermanada desde 2003 con la Escuela del Tasman Boadilla, es, por ejemplo, una de las pioneras en la enseñanza del juego al pie en edades de formación. La joya de un pueblo de 7.000 habitantes que comprendió hace tiempo que no podía competir con el rugby profesional si no era con los valores genuinos del deporte de Ellis.
«Somos un pequeño pueblo de rugby en el que los mayores juegan con los equipos más importantes de Francia. Tenemos un espíritu orgulloso y unos valores que intentamos transmitir desde el más pequeño al más grande. Un amor a la camiseta que se pasa de generación en generación y eso hace que todos juguemos con la misma determinación. Ahí reside nuestra fuerza», cuenta Paul Luque, responsable de la escuela organizadora.
El domingo, antes del regreso a Madrid, los infantiles tuvieron una dura prueba ante el primer equipo local que en unos días disputará el Campeonato de Francia de la categoría. Tras un rápido tercer tiempo tocó abordar el viaje de regreso. Despedidas y la promesa de regresar el año que viene con la lección aprendida.
‘Nuestra pasión es la formación’
«Es muy importante para nosotros que el Tasman Boadilla participe en nuestro torneo», explicó Luque destacando asimismo que «establecer puentes con otras culturas rugbísticas pero con vínculos en común, ayuda a que los niños aprendan a relacionarse. Ayuda a que crezcan como personas y como jugadores de rugby».
Rugby en estado puro. Sin arengas manidas ni rechinar de tacos. Una alfombra verde y un oval de por medio como excusa para disfrutar del deporte. Como reza en la Casa Club de la Escuela de Tyrosse: ‘Nuestra pasión es la formación’.
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